La Loca del Muelle de San Blás
La mañana de un Octubre del año de 1971, en la playa El Borrego en San Blás, Nayarit, una bonita mujer llamada Rebeca Méndez despedía entre lágrimas a su novio, Manuel, quien salía a pescar juntos con otros compañeros en una embarcación. Su amado y ella se casarían dentro de 3 días más, pero una desgracia le arrebataría su sueño de poder casarse con su amado Manuel.
Esa noche se reportó que un huracán azotó fuertemente el mar que navegaban, provocando que el barco en el que se encontraba a bordo su prometido naufragara y no se supiera nada de él. El impacto de la noticia golpeó fuertemente a la felicidad y las ilusiones de Rebeca, le arrebataron el amor de su vida.
Desde aquel trágico suceso, la novia abandonada saldría al muelle con su vestido blanco que usaría para casarse, y se quedó allí por días esperando a que volviera su prometido, su fé o la profunda tristeza fue tal que la mujer lo esperó por poco más de 40 años, pero él nunca volvió.
La mujer sería conocida más tarde como la loca del muelle de San Blás, y había quienes pensaban en llevarla a un manicomio, pero su convicción por esperar a su amor fue mayor y se mantendría esperando en el muelle.
Para el año de 1997, el líder de la banda de rock Maná, Fernando Olvera "Fher", conocería a Rebeca, que se encontraba con su vestido vendiendo dulces en el muelle, ella le contaría su triste historia que dejaría admirados a la banda, y comenzaron a escribir la canción "En el muelle de San Blás" esa misma noche. La canción se convirtió en todo un éxito, además de que lanzó a la fama mundial la historia de Rebeca.
Turistas visitaban a la mujer desolada y la reconocerían como una persona tranquila. Ella seguía teniendo familiares y frecuentaba visitar a su hermana en Monterrey, Nuevo León. Pero fue entonces hasta Septiembre del año de 2012 cuando la novia que esperó el regreso su amado que nunca volvió muriría a los 63 años de edad.
El pueblo de San Blás la homenajearía y la alcaldía financió una estatua para rememorarla. Sus restos serían cremados y sus cenizas arrojadas al mar para que puedan encontrarse con los de su amado Manuel.
